La fisioterapia neurológica y los tumores cerebrales
En casos de ictus, de derrames cerebrales e incluso de parálisis cerebrales es vital el papel que juega la fisioterapia neurológica, a la hora de conseguir que la persona afectada por los mismos pueda recuperarse de la mejor manera posible de las lesiones que ha sufrido su sistema nervioso, ya sea el central o el periférico.
Pero de la misma manera esa disciplina sanitaria es imprescindible que se convierta en una herramienta diaria en la vida de quienes han tenido que luchar contra un tumor cerebral. Y es que este puede ocasionar desde daños en lo que es el aparato motor hasta una disminución notable de ciertas capacidades y sentidos.
De todo eso somos perfectamente conscientes en Fisiohogar, por lo que no dudamos en ofrecer nuestros servicios más profesionales, cualificados y garantes de éxito a todas las personas que, lamentablemente, se han enfrentado a la existencia de ese tipo de masa tumoral. En concreto les estableceremos una serie de ejercicios que les permitirán reponerse y gozar de una mayor calidad de vida:
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Les ayudarán a recuperar sus destrezas manuales.
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Les servirán para poder volver a tener fuerza muscular.
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Conseguirán reducir de manera contundente dolores que puedan sufrir como consecuencia del pertinente tumor.
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Reducirán al máximo las lesiones que tengan a nivel estructural.
No obstante, es importante saber que para que la recuperación sea lo más óptima posible y adecuada a cada paciente, los especialistas en fisioterapia neurológica estudiarán cada caso en particular y adecuarán los ejercicios a los daños sufridos por culpa del tumor, entre los que se encuentran los siguientes:
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Ataxia, que genera temblores y que hace que el individuo en cuestión no pueda realizar movimientos rápidos como tampoco coordinados. De la misma manera, no es capaz de andar de manera absolutamente estable.
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Paresias, que se traduce en que el paciente ha perdido, ya sea de forma temporal o permanente, lo que es la motricidad de algunos músculos de su cuerpo, normalmente en brazos o en piernas.
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Apraxia. Esta lo que provoca es que el afectado tenga claro en su mente lo que quiere hacer pero su aparato motor no le responda como desea, a pesar de que tiene fuerza y tono muscular.
Estas son tres de las situaciones que requieren más dedicación por parte del fisioterapeuta quien para ponerle fin a las mismas, así como a otras similares, pondrá todo su empeño, sus conocimientos y los ejercicios necesarios.