¿Ayuda la fisioterapia neurológica a disminuir los dolores derivados de un ictus?
Cuando se ha sufrido un ictus tener dolores es prácticamente inevitable. Por leve que haya sido el infarto cerebral probablemente hayamos pasado una temporada en cama, con gran inmovilización y también habrá distintas zonas de nuestro cuerpo que hayan sufrido parálisis.
En estas circunstancias es más que probable que aparezcan en nuestro cuerpo contracturas y malas posturas que nos provoquen dolores de distinta intensidad. Ante ellos, la fisioterapia neurológica es una opción muy válida que nos permite atender a los problemas, es decir, a los dolores concretos que vayan apareciendo.
Además, hay que tener en cuenta que cuando una persona sufre un ictus la mayoría de los problemas y complicaciones surgen después. Las secuelas que deja un ictus pueden durar mucho tiempo y se pueden manifestar de distinta forma. Es muy habitual que afecten a la movilidad de las extremidades. En este caso, los músculos están agarrotados, aparecen contracturas y se adoptan malas posiciones que provocan fuertes dolores.
Desde su estancia en el centro hospitalario le habrán hablado de la importancia de contar con un buen tratamiento fisioterapéutico que le ayude en su rehabilitación. Pues bien, todo esto es cierto y fundamental. Cuanto antes comience, las secuelas y dolores comenzarán a remitir.
Pero entremos un poco más en detalle. La fisioterapia neurológica está especializada en las enfermedades del cerebro y los especialistas de esta disciplina, como los que componen nuestro equipo de profesionales, conocen las técnicas más avanzadas para acelerar la recuperación del ictus y paliar los dolores que ésta provoca al paciente.
Para tratar de eliminar los dolores los especialistas en fisioterapia neurológica realizarán distintos tipos de masajes combinados con ejercicios. Estos son algunos de los más comunes:
- Masajes en las extremidades. Al actuar en estas zonas se trata de eliminar posibles nudos, contracturas y tensiones que se hayan podido formar. A la vez se reactiva la circulación sanguínea y se busca la flexibilidad de los músculos. Tampoco hay que olvidar que con los masajes se cuida la hidratación de la piel.
- Ejercicios. Los brazos y las piernas son zonas muy afectadas por un ictus. Los ejercicios fisioterapéuticos buscan la recuperación de la fuerza y de la movilidad de esta parte del cuerpo. Asistido por su fisioterapeuta realizará ejercicios en los que, con las manos entrelazadas, levante los brazos buscando la máxima extensión. También se hacen rotación de muñeca y ejercicios para recuperar la movilidad y agilidad de los dedos. Para paliar los dolores y recuperar la fuerza y movilidad de las piernas, se hacen ejercicios de flexión, extensión y elevación de la pierna y la rodilla.